Tony Takitani es un joven que ha crecido aislado, entre las burlas de los compañeros y muy solo, pues su padre, trompetista de jazz, se ausenta a menudo para tocar en giras. Buen profesional, se dedica a ilustrar portadas para revistas de automóviles o anuncios. Hasta que de pronto conoce a una chica, empleada a tiempo parcial de una editorial, a la que le gustan especialmente los vestidos.
Maravillosamente ilustrado por Ignasi Font, este relato del célebre escritor japonés nos habla de la soledad y la falta de afecto en la sociedad actual.