¿Se puede querar y odiar a alguien a la vez?El día que conocí a Culebra andaba por la ciudad sin tumbo. Había perdido a mi familia, mi hogar y todo lo que hasta entonces era importante para mí, pero él me aseguró que podía ayudarme. Desde el primer momento lo tuve claro: Culebra era un bocazas y un ...
El día que conocí a Culebra andaba por la ciudad sin tumbo. Había perdido a mi familia, mi hogar y todo lo que hasta entonces era importante para mí, pero él me aseguró que podía ayudarme. Desde el primer momento lo tuve claro: Culebra era un bocazas y un caradura. Pero hay algo más de él, algo que todavía no sé explicar, que me atrapó desde el primer momento...
Suscríbete a nuestro boletín
Suscríbete y recibirás todas nuestras novedades. Cero SPAM, sólo contenidos de valor.