Sigue la correspondencia de correos electrónicos entre Edu y su tío en el cuarto libro de esta divertida serie. «Querido tío Manuel: Lo lamento mucho, pero tus dragones quemaron la cabaña. Emiliana y yo estábamos desayunando cuando olimos humo. Corrimos afuera y vimos la cabaña en llamas. No hay señ...
Sigue la correspondencia de correos electrónicos entre Edu y su tío en el cuarto libro de esta divertida serie. «Querido tío Manuel: Lo lamento mucho, pero tus dragones quemaron la cabaña. Emiliana y yo estábamos desayunando cuando olimos humo. Corrimos afuera y vimos la cabaña en llamas. No hay señal de tus dragones. Pero los encontraré. Lo prometo».
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