Cada mañana, mientras la leche se enfría, una niña escucha una frase conocida: «¡Baja de esa nube, dormilona!». Entonces interrumpe su conversación soñadora con el oso canoso y vuelve rápido a la realidad para tomar rápido su leche. Una historia para dejarse llevar por la imaginación.
Cada mañana, mientras la leche se enfría, una niña escucha una frase conocida: «¡Baja de esa nube, dormilona!». Entonces interrumpe su conversación soñadora con el oso canoso y vuelve rápido a la realidad para tomar rápido su leche. Una historia para dejarse llevar por la imaginación.
Suscríbete a nuestro boletín
Suscríbete y recibirás todas nuestras novedades. Cero SPAM, sólo contenidos de valor.